Día 1: Nápoles
Nápoles-Pompeya-Capri (marzo-2014) Visitar Nápoles no es como visitar cualquier otra ciudad italiana, tiene otro encanto diferente, es caótica y ruidosa, llena de callejuelas estrechas donde las casas se caen a pedazos, la gente grita y gesticula, las motos van arriba y abajo sin orden, está llena de vida, de carácter personal, de alma. No se parece a otras ciudades italianas llenas de glamour y estilo o llenas de elementos arquitectónicos históricos, pero tiene algo que te atrapa. ¿Lo mejor de Nápoles? perderse por Nápoles. Recorrer sus callejuelas repletas de ropa colgada por todos lados, asombrarte por las capillas en recuerdo de los difuntos que están presentes en cada rincón y en cada esquina, comprobar que los muertos siguen muy presentes entre los vivos y las esquelas se pueden leen en muchas calles, observar que dentro de cada edificio destartalado se abre un patio fantástico en su interior, mezclarse entre su gente y parlotear con ellos en un italiano medio inventado pero